Intersticio No. 311

Un incendio, incauto, inclinado…
El informe es incienso para tu nombre...
Es incierto, inciso, íncito, inscrito en la incógnita de tu inconsciente forma de incrustarme el alma…
Incómodo, íncubo, inculpado, inculto, indecente, incurable abismo de indefensas soledades, indemnizo tus pupilas, indago tu inocencia…
Intuyo, indico, indirectamente hay un indicio de tu indiscreta calma en el aire…
Incluyo un individuo indivisible, indisoluble e indiscretamente inserto mi indispuesta penuria a tu inercia… es inevitable, la infantil razón se extingue y eres inexacto, inefable, indecente, inflamable.
Un infarto infeliz me infiere tu infierno...
Me asecha el inexorable ingenio de tu ingratitud, infusión de infinitos en tu inherente pulso... el inhóspito indicio es injurioso.
Tu sigues invicto, inocuo, inmóvil…
El insecto es inofensivo y está en la inopia, tu insensible karma me insiste en permanecer insomne, en intervalos intrépidos de arcoiris ínfimos.
!Intenta desgarrarme insensato insolente... Intenta!