Mayo, lluvias de miércoles inefables, ronroneos de gatos que traspasan las ventanas, todos los buenos vientos, Soy el REVEZ al derecho de mis muñecas. Soy el corazón rasgado de Jack! Soy la risa empedernida del mimo que mira al cielo. Soy el silencio que tintinea en la copa del malbec. Munch me canta su canción, siempre antes del Grito. Sileno tiene la verdad en su embriaguez. Somos mortales, incansables estatuas del barro inconforme de un dios que danza. Soy la pestaña que augura el deseo, la lágrima que resquebraja los abismos, soy el salto en cámara lenta, la escurridiza palabra, el abrazo que siempre acude al insomnio...
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