jueves, agosto 23, 2012

Fiebre de un sábado azul...


En la mitad de mi fiebre se acercó a mi una nube ciega,
me predijo la lluvia, el frío, el  nuevo viento,
Me señaló algún árbol, de un parque, de una calle
que me hablaba y me reía en un espacio vacío,
que me traía mensajes de unas extrañas mariposas verdes...

Un cúmulo de abismos se quemaron en mis pestañas nubladas,
en la mitad de mi sábado llegó la nueva estación:
la temporada del fin de la temporada...
y hubo un nuevo dibujo para guardar bajo la almohada,
otro número en la lista de cosas a las cuales dejar de temer...

Escuché el ruido del mar en una canción silenciosa,
acaricié la sonrisa extraña que atravesó mi tiempo,
encontré una palabra nueva debajo del asfalto..
y la puse en la ventana que dibujé en mi memoria
para que se posaran las mariposas en fiebre..

Desde una cuadrícula de esas,
te llegará el saludo de un árbol
y de pronto, también te bailará otro sábado...
y de pronto, te pintará una nube verde.
En algún punto de tu circulación,
tendrás una nueva risa, un dibujo para tu almohada,
una espera y un abrazo...

Mientras tanto, disfruta la lluvia,
es una linda expresión de los deseos infinitos
(Además es buena para quitar la fiebre)

...De mí...


Voy a la intemperie, a la siguiente estación...
encaminando mi alma para no perderme,
escribiendo versos en los árboles que saben saludar...
¿Sigo el camino amarino amarillo con mis zapatos de charol?
Sigo el silencio de mi voz en la perfecta canción de la madrugada,
pero también escucho los pájaros que han perdido el mar en el cuadro incesante de mis deseos rotos...

Espabilo la angustia de los dragones - a ratos-
y me dejo llenar un poco de promesas que se fugan con la hora de partir...
tengo la tonada de una noche ambigüa,
y suelo llevar en mis labios una causa perdida...

Sé compartir las estrellas, las canciones y las dudas,
he aprendido a correr con los ojos cerrados
sin temer a la lluvia o al relámpago que quema..
No soy muy paciente, pero aún así me gustan los rompecabezas...

De mí, sólo mi corazón roto que sigue latiendo por algo mejor,
por un nuevo conteo en el reloj de esta vida.. que duele -a ratos-
De mi nombre: una parte triste, otra perfecta, otra desolada, otra dormida...
De mis abrazos: un mejor sol para mañana,
De mis palabras: un silencio que consuela...
De mí: un rompecabezas de fichas invisibles...

Y aquí vuelve: ese nombre atado en la manecilla de ese reloj que ya no anda,
esas pestañas en el acorde que se repite,
ese brillo en el destino en el que queremos creer -a ratos-
esa caricia en mi suspiro,
ese beso en mis coordenadas!

De mí, andan quedando mariposas,
o libélulas curiosas que aún deliran siendo gatos!

Da igual, no te has dado cuenta...
Sigo a la intemperie y tu... en la anterior estación!

Miércoles


Surge la incertidumbre,
la eterna línea punteada,
el esmerilado vinotinto del horizonte...
Vuelve la clásica tonada del hoy pero no del mañana...

Y me canso,
me agoto con el tiempo vacío,
con las cenizas en la puerta del baile,
con el maullido del gato lejano...

Y me aburro de las canciones que golpean mis augurios,
deshago las letras de los libros que ya no me acompañan
y me quemo en este invierno poco profundo...
Y me enojo, con los abismos que ahora no rebosan la copa,
con los miedos que envuelven los chocolatitos efímeros,
con las pesadillas a todo color...

Y me extraño otra vez,
me adentro en el laberinto que yo misma dibujé...
con la antorcha apagada, con las pestañas inundadas...
Y de nuevo, me olvido...
de la primavera que aún no florece,
de esta patria que no me cobija,
de estos diálogos que no entiendo,
de las promesas que en esta tierra no se cumplen...

Sigue la incertidumbre,
el corazón vacío,
la puerta entreabierta y el alma a la intemperie!