Inmortalizo la página 14 de la novela interminable,
hurgando en el tiempo que suele refundirse en mis bolsillos...
preguntándome a qué hora alguien escribió lo que yo quería decir,
hago un intertexto y me estrello con tu sentido del tacto,
con ese mundo poco interesante que me hace parecer interesante...
y espero por tus manos en la puerta de mi bar favorito,
haciéndome la tonta para fingir que a veces soy tonta...
apostando con la vida un trago de vodka
y deseando tu sonrisa en la página 15
olvidando de memoria nuestro último roce...
Indemnizo la impaciencia en la página 17
y mi bar favorito coquetea con el tedio de las 4 de la tarde,
y yo seduzco a un fantasma que no siente
que prefiere besarme antes que conocerme,
que disfruta un intertexto que sabe a tequila
y que no ha pasado de la página 19...
Inmortalizo el desayuno que nunca tuvimos,
la noche sin registro,
la destartalada memoria que agobia ventanas,
el maullido del gato en un halo de tiempo perdido
dejo caer el separapáginas en la metáfora de la página 23
mientras pierdo tu nombre en el humo azul de una tristeza...
Aún no termino...
(Leyendo SIN REMEDIO de ANTONIO CABALLERO)
15 de Agosto, 2011 - Stgo. de Chile
Hace 13 años.
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