Imaginémonos mudos,
con la impaciencia del grito ahogado,
con puntos suspensivos flotando sobre los labios…
Imaginémonos desnudos en un agitado silencio,
en un murmullo de viento,
en un epiléptico sigilo…
Imaginemos esa pared invisible de nuestros deseos,
ese rostro del amor que no llega o que ya se ha ido…
Cantemos en 0 decibeles y pongamos toda nuestra atención a los colores del espectáculo,
al escenario del mundo, al universo de los signos….
Suprimamos la teoría y dejémonos rozar el alma entre paredes invisibles,
corazones que se inflan y secretos de manos que se convierten en aves eternas…
Recojamos las intuiciones mudas…
renunciemos al lenguaje…
renunciemos a nuestros demonios y dejémonos abrazar por lo más hermoso,
lo que no se dice,
lo que se intuye y lo que nos convierte en humanos,
lo que nos pesa y al mismo tiempo nos hace livianos…
El arte del silencio y los colores,
el arte ancestral de la imitación muda,
del amor inconmensurable y la buena memoria!
15 de Agosto, 2011 - Stgo. de Chile
Hace 13 años.
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